Los aplausos no eran para ellos

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

ALBERTO LÓPEZ

11 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras gran parte del país salía cada tarde a los balcones y ventanas para aplaudir el esfuerzo de los sanitarios ante el azote del covid-19, ellos hacían cuentas recortando el gasto sanitario. De forma especial en atención primaria. Mientras se apresuraban a loar el trabajo desarrollado, otorgándoles premios y medallas, siguieron con su obsesión recortadora. Hasta llegar a donde llegamos, al límite, que en palabras del conselleiro García Comesaña es una situación preocupante y que a decir de los propios sanitarios es que vive en estado crítico.

Ya no estaba muy bien la atención primaria en nuestro país y en aras de la austeridad, la crisis del 2008 le pasó factura, de forma especial en personal y equipamiento. Y como nuestros responsables sanitarios siguieron con su plan de poda, sin escuchar a los profesionales que alertaron del deterioro de los servicios, de la saturación y de las necesidades; pues llegamos a donde estamos, que es a oír lamentos de que en las listas de contratación no encuentran ni médicos ni personal de enfermería. Lo que motiva los extravagantes llamamientos a la incorporación de voluntarios.

Y es que no encuentran profesionales porque han ido a buscarse la vida por esos mundos. Sembramos de médicos y enfermeros media Europa porque ganan hasta un 42,5 % más. Pero siguen sin atender las reclamaciones de quienes optan por quedarse y que se encuentran al límite, ahogados por la carga de trabajo, con jornadas de hasta 17 horas y 70 consultas diarias, lo que les lleva a vivir acosados por presión, angustia y ansiedad.

En vez de fortalecer la atención primaria para aligerar las visitas a las urgencias hospitalarias y evitar su saturación, se mantienen instalados en el error y la ofuscación. España recortará el gasto sanitario para el 2024 en más de 10.000 millones. Y asociaciones profesionales denuncian recortes del 21 % en la atención primaria gallega.

Lo de los aplausos quedó muy bonito, muy solidario y muy vistoso. Pero no solucionó porque debieron creer que eran para ellos y mantuvieron su obsesión privatizadora y recortadora. Para ahorrar, porque hay que organizar y subvencionar la Festa do cacahuete.