Tiempos de cloro

Manuel Luis Casalderrey
Manuel-Luis Casalderrey RINCÓN ABIERTO

OPINIÓN

NATALIA SENRA

03 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El cloro (Cl) es un elemento químico gaseoso del grupo de los halógenos (F, Cl, Br, I), sustancias altamente reactivas. El cloro forma moléculas biatómicas (Cl2) y es básico para mantener la potabilidad del agua de consumo porque evita la proliferación de gérmenes patógenos. También lo es para evitar que el agua de las piscinas se convierta en caldo de cultivo de microorganismos.

Estamos en tiempos de piscina, estamos en tiempos de cloro, por eso es conveniente tener en cuenta los efectos secundarios que se derivan de su uso en piscinas. Puede resecar la piel. Una permanencia prolongada en el agua clorada daña la fina película de grasa que recubre la piel y que sirve para protegerla. También puede causar erupciones cutáneas. El cloro afecta a los ojos que se secan y enrojecen; es recomendable usar gafas de buceo que ajusten bien. El cloro afecta al pelo, que se seca y, si está teñido, puede decolorarse. Es conveniente eliminar el agua clorada con una buena ducha al salir de la piscina.

El contacto del cloro con la saliva y con la orina (no es descabellado pensar que haya orina en las piscinas) pueden causar alergias y asma en los niños más pequeños.

El cloro está presente en el estómago como ácido clorhídrico (HCl), en la sal común (NaCl) y en la lejía (disolución de hipoclorito de sodio, NaClO) que libera cloro.