De los ERTE a los PERTE

Fernando Salgado
Fernando Salgado LA QUILLA

OPINIÓN

J. A.

13 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Creo que nos equivocamos, si bien unos más que otros, en el análisis. Ciertamente, no existen precedentes de que un presidente se cargue de una tacada a la número dos del Gobierno, al número dos del PSOE, al fiel gurú dispuesto a inmolarse en el barranco con él y a otros cinco ministros más o menos chamuscados. Sin embargo, más que la escabechina, cuyo autor bien merece el apelativo de «mala persona» que le endilgó el líder del PP, me parecen especialmente relevantes los indultos, como prueba de magnanimidad de quien los concede. Aparte de los cinco intocables de Unidas Podemos, Pedro Sánchez condenó a siete y perdonó a diez. Todos los ministros del área económica se salvaron de la quema o subieron en el escalafón, empezando por la jefa de filas, la gallega Nadia Calviño, que desde ahora se sienta a la derecha del padre. Ni una sola cara cambia en la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, reconvertida en Consejo de Ministros para la segunda parte de la legislatura. El mensaje resulta diáfano: hay cambio de tercio. La economía acapara el escenario. No hay más política que la política económica.

Si alguien mantenía alguna duda, el presidente la despejó ayer. Mientras los nuevos ministros cumplían el ritual de la toma de posesión, Pedro Sánchez presentaba en la Moncloa el primer proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica, centrado en el diseño y fabricación de coches eléctricos. El primer PERTE financiado con fondos europeos: una inyección de 4.295 millones de euros, que deberían movilizar hasta 24.000 millones en el próximo trienio y elevar del 10 % al 15 % el peso del sector de la automoción en el PIB. El proyecto será aprobado esta mañana por el Consejo de Ministros.

Ante esa primera y rutilante estrella, quítense de en medio todos los cuerpos celestes que puedan ensombrecerla o eclipsarla. El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, se ha apresurado a retirar de la mesa del Consejo la Ley de Memoria Democrática. Su aprobación se aplaza con el pretexto de que precisa revisar el proyecto, aunque Bolaños fue uno de sus autores y lo conoce de memoria. La verdad es otra: todo lo que haga sombra a la agenda de la recuperación debe ser congelado o eliminado.

El primer PERTE significa también un cambio de fase en la política económica. Entre siglas y acrónimos anda el juego. Pasamos de los ERTE, arma de cariz defensivo que ha permitido contener la hemorragia de empleo, al trampolín de los PERTE que debe impulsar la reactivación económica y la creación de puestos de trabajo. Al parecer están perfilados seis o siete grandes proyectos estratégicos, relativos a ámbitos tan diversos como el coche eléctrico y la inteligencia artificial, el hidrógeno verde y la industria agroalimentaria, la aeronáutica y la salud. Esa diversidad, junto a las reformas comprometidas con Europa, tal vez explica la protección con que cuentan los ministros de la comisión delegada. Mientras la recuperación sea el gran objetivo, todos ellos disponen de seguro de vida.