Los hayques

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

26 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El verbo haber usado como impersonal y seguido de la conjunción que y un infinitivo suele emplearse para expresar que algo es necesario, obligatorio o conveniente: Hay que llevar esos paquetes al trastero. Una característica de esta manera de hablar es que no se indica quién ha de llevar a cabo esa acción, aunque suele sobrentenderse que es quien recibe el mensaje. Si a usted le dicen que hay que hacer algo, seguro que quien se lo dice nunca lo hará, sino que espera que lo haga usted. Es una orden implícita que, por repetida y por lo melifluo de la forma, acaba irritando a quien debe cumplirla.

Uno de los escenarios donde más frecuentemente se escuchan estos hay que... es el hogar. «Hay que bajar bajar al perro», dice alguien que no lo ha bajado en su vida. Otro es el trabajo, cuando el jefe le comenta a su subordinado que hay que llevar a cabo una tarea desagradable. Llega un punto en que quien escucha prefiere la orden expresa a un comentario que lo invita a actuar como si fuese por propia iniciativa. Porque el hay que... añade humillación a la orden.

Fenómeno tan extendido ha acabado recibiendo un nombre, que últimamente hemos escuchado a víctimas especialmente dolidas. «Estoy hasta las narices de los hayques», confesaba recientemente una de ellas. El significado de ese hayque es claro. El problema es qué hacer con la y, si mantenerla o sustituirla por una i. La ortografía del español rechaza la y para representar el fonema /i/ en el interior de palabra, con algunas excepciones: las formas verbales terminadas en -y a las que se añade un pronombre enclítico (haylo, doylas), algunos topónimos y antropónimos (Goytisolo, Ayllón), ciertos derivados de nombres propios que contienen una y (seychellense, byroniano) y las siglas (pyme, CYMU). En los compuestos formados con una y copulativa, esta se transforma en i (diez y ocho = dieciocho), pero los derivados de una de estas expresiones numéricas que hacen referencia a hechos muy importantes pueden escribirse con i o con y (noventaiochista, noventayochista).

La sustantivación de hay que no está contemplada entre esas excepciones, por lo que, en principio, habría que escribir haique. Pero tampoco se ve gran problema en equipararla al caso ya mencionado de las formas verbales terminadas en -y con pronombre enclítico: hayque. Así se percibiría más claramente cómo se formó.