El silencio de Sánchez

Carlos G. Reigosa
Carlos G. Reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

Francisco Seco / POOL

10 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El afable y locuaz Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, aseguró que Pedro Sánchez «tiene motivos para estar preocupado por el batacazo del 4M». Y claro que los tiene. Aunque Sánchez quizá quiera transmitirnos lo contrario, es decir, la idea de que él no tiene nada que ver con esas elecciones que ganó el PP y que perdió un tal Gabilondo, al que quizá ni recuerda haberlo puesto al frente del PSOE en la campaña. 

Por si esto no fuese bastante desestabilizador, la secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, ha cambiado de opinión sobre la oportunidad de celebrar las primarias del partido en su comunidad y ha anunciado que se presentará a ellas para la elección del candidato socialista a la Junta de Andalucía. Otro frente que se abre ante los malos resultados de Madrid y la apuesta de Sánchez por el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, como sustituto. Susana parece haber vislumbrado un modelo anti-Sánchez en la victoria de Isabel Díaz Ayuso. La votación tendría lugar el 13 de junio y la campaña informativa se desarrollaría entre el 30 de mayo y el 12 de junio. Otro motivo para que Sánchez esté preocupado y silencioso. Porque Pablo Iglesias se fue del todo, con una argumentación bastante creíble, pero Sánchez se aplica a parapetarse en La Moncloa.

El presidente Sánchez tiene claro que él no ha perdido las elecciones de la Comunidad de Madrid. Como bien ha dicho la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, sobre el resultado obtenido por el PSOE: «La culpa es nuestra». Así, en plural. Es decir, no ha sido de Sánchez en ningún caso. Porque él juega en otra división, y para responder a cuestiones del ámbito autonómico ya tiene a todo su gran equipo.

Comprendo que las derrotas son casi siempre indigestas y cabe decir que Sánchez había logrado evitarlas, conjugando unas alianzas con otras o cediendo en lo posible. Pero, en estos procesos, a veces su carreta se atasca, como le ocurrió en la Comunidad de Madrid. Y así empieza un camino no escrutado que, de momento, se ha llevado a Iglesias por delante y ha dejado a Ciudadanos malherido. Es decir, empieza algo nuevo, todavía impredecible.