Ayuso impone su agenda de la nada

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA MIRADA

OPINIÓN

J. Hellín. POOL

03 may 2021 . Actualizado a las 10:17 h.

Tras una campaña electoral de ruido y furia, los madrileños se disponen a votar sin que se hayan debatido a fondo ni la gestión de Isabel Díaz Ayuso ni las propuestas alternativas de la oposición. Se ha hablado de balas, con toda lógica porque las amenazas de muerte son muy graves y por desgracia creíbles en el contexto del clima de odio que se ha creado; de libertad, al modo sui generis que la entiende la presidenta, es decir, libertad para ir de cañas, a misa, a los toros o a la discoteca y de no encontrarte con tu expareja; de comunismo y de fascismo, dos sistemas totalitarios impensables en este país.

Una campaña vacía que ha favorecido a Ayuso, que jugaba con el viento a favor tras el suicidio de Ciudadanos y solo ha aceptado participar en un debate y, además, muy alejado de la fecha de la votación, con lo cual sus efectos se han evaporado. A ella no le interesaba que se debatiera de la masacre en las residencias, donde murieron más de 11.000 ancianos, el 73 % de los cuales no fueron trasladados a hospitales; ni del gasto en sanidad y educación, de los más bajos de España; ni de los datos de muertos, contagiados u ocupación en las UCI, de los peores del país; ni del incremento del paro, más del doble que a escala nacional; o de la parálisis legislativa, dos leyes aprobadas en dos años.

Con sus chascarrillos, naderías y eslóganes simplistas y su exaltación de la singularidad madrileña, calcada en algunos aspectos a los independentistas catalanes, ha diluido interesadamente y con gran éxito la campaña. La izquierda ha comprado esa agenda y ese marco de discusión. Cuando ha querido introducir sus propuestas ya no había hueco. Como diría Valdano, Ayuso y su gurú MAR le habían achicado los espacios.