Esqueletillos

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés OTRAS LETRAS

OPINIÓN

Ramón Leiro

10 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El lunes transcurrió entre los esqueletillos del cámara 8 de TVE y el covid-violeta, una variante del virus que solo se propaga si hay más de dos feministas a menos de metro y medio de distancia. Andan los laboratorios del mundo desconcertados con este comportamiento diferencial, buscando cuál es el inductor específico del contagio, qué variable genética explica esta predisposición de un virus que se dispara en cuanto escucha «nosotras parimos, nosotras decidimos» o «ninguna mujer tiene un orgasmo limpiando el suelo de la cocina».

Algo debe de haber ahí que no acontece si los que se unen son hosteleros hostigados por Todo Esto, negacionistas de la mascarilla o ruidosos señores que acaban de ser elegidos para dirigir un equipo de fútbol de Barcelona y que se toquetean y gritan como si el covid fuese todavía el sueño de un escritor exagerado y los berreos espantaran todos los malos farios presentes y venideros.

O sea, que el follón en torno al feminismo cambia pero permanece, en una rendición de cuentas que se actualiza con los tiempos pero que siempre está ahí, como el dinosaurio.

El lunes, como decía, transcurrió además con la banda sonora del cámara 8 de TVE, tan cutre y conocida como oportuna, por si a alguien se le había olvidado que para algunas personas las mujeres se dividen básicamente en tres subtipos: tías buenas, esqueletillos y putones verbeneros, jojojo. Supongo que todas menores de 50.

Desde Pontevedra, Susana Pedreira y Diana López volvieron a convocar a mulleres perigosas que opinan e informan. Y en los deberes que nos toca imponernos brilla por urgente el de reclamarnos mediocres, en el físico y en el químico. Esqueletillos y parvas.