A Núñez Feijoo le encanta Madrid

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

XOAN A. SOLER

28 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Se ha repetido tantas veces que ya nos suena a mantra. Por un lado, las voces que aseguran que el presidente gallego Núñez Feijoo dará pronto el salto a Madrid. Se escuchan desde hace años. Y por el otro, la del propio interesado precisando que «no tengo aspiraciones de liderar el PP estatal». Lo único cierto de esta incógnita es lo que él mismo aseguró hace unas horas. «La pregunta es un clásico y la respuesta también».

Porque a nadie se le oculta el largo idilio de Feijoo con la política estatal y con la dirección nacional de su partido. Un idilio que se mantiene vigente, alimentado por el propio interesado y numerosos representantes populares; el último, el ex ministro Margallo. Tan pronto supera Pedrafita, Feijoo se muestra extraordinariamente cómodo y no desaprovecha oportunidad de exhibirse allá a donde va como hombre de Estado, abordando con confianza asuntos de ámbito estatal.

Una docena de años gobernando una autonomía conducen al hartazgo y a la pereza. Como podemos comprobar. Porque es humano aspirar a nuevas metas. Y el de Núñez Feijoo es un caso de libro. Si a día de hoy no está en Madrid es porque las condiciones del viaje no le fueron favorables. Por los motivos que sea, pero no le fueron favorables, o al menos tan propicios como él quisiera.

Tampoco parece que se den los requisitos en este momento, pese a la profunda crisis que vive su partido, sin liderazgo claro y amenazado por todas partes. Y, como en anteriores ocasiones, Feijoo no va a ir a Madrid a apagar incendios. Lo hará cuando las llamas hayan sido sofocadas en Génova 13, o donde sea que estén, y su tarea se centre únicamente en la reconstrucción. La red de seguridad de que dispone en Galicia le permite mientras tanto alimentar el idilio, saliéndose incluso del guion cuando así lo entiende; aunque últimamente, desde la llegada de Casado, las salidas son más de las habituales.

La mayoría de los que no residen en Galicia interpreta que la gestión del presidente gallego contra la pandemia fue una de las mejores. Y eso, qué duda cabe, infunde ánimos. Si a eso unimos que ya nadie niega que a Feijoo le encanta Madrid, sabemos que, si se dan las condiciones, se subirá al primer vuelo. Pero no irá a apagar incendios.