¿Cuándo se debe vacunar a los políticos?

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

TWITTER @ALFERDEZ

24 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Enfriemos el debate, si es posible. Intentemos apagar la antorcha encendida, si es posible. Y pensemos, con calma, si es posible. ¿Cuándo se debe vacunar a los políticos? Dice Feijoo que en último lugar. No estoy de acuerdo. Deben ser vacunados cuando les corresponda por grupos de edad y situación de salud. Como tampoco estoy completamente de acuerdo con la lapidación de seis horas que sufrió el consejero de Sanidad de Murcia hasta que dimitió. La jauría.

El consejero de Sanidad tenía que dimitir, porque se vacunó a escondidas. Tenía que dimitir, porque, aunque sea cardiólogo, en ese momento, no ejercía como tal y en la Región de Murcia todavía están vacunando a los sanitarios que están en los hospitales en primera línea de atención a los enfermos.

Pablo Iglesias, que le encanta ejercer de policía del Gobierno para los demás, menos para los suyos, dice que quiere las cabezas de todos los cargos públicos que se hayan puesto las vacunas, sin corresponderles. Muy español. Sangre sobre la piel de toro. Lo que más nos gusta.

¿Dónde empiezan mis dudas? También tuvieron que dimitir los gerentes de un hospital de Bilbao. Estuvo mal que se vacunasen antes que sus colegas que recorren las habitaciones. Pero creo que los gerentes de hospitales, el personal de todo tipo de hospitales o centros de salud, si están expuestos, deben de ser vacunados, aunque su puesto se deba a un nombramiento político. No podemos cargarnos a todos los que gestionan la pandemia. Tenemos que organizar una cola ordenada. Pero no organizar una caza de brujas tras otra.

Por eso considero que los políticos, en su momento oportuno, deben recibir su vial, como todos. Ellos, algunos, recorren hospitales, los que atienden la pandemia de forma más cercana; se reúnen con los médicos de comités científicos, que están en primera línea; y deben de ser inoculados con su dosis. Así lo acaba de hacer el presidente de Argentina, Alberto Fernández, cuando le correspondió. Como mayor de 60 años le tocó el turno y se puso la vacuna con luz y taquígrafos. En este caso, la vacuna rusa, la Sputnik V.

Tal y como está el patio nacional de incendiado, deberíamos estudiar en España la posibilidad de inocular la vacuna rusa o la china. Me ofrezco voluntario para la pincha rusa o la china. Necesitamos más vacunas, si están avaladas, no más polémicas. Hasta que alcancemos la inmunidad de grupo, no estaremos a salvo. Contaremos muertos y asesinaremos a la economía, que es una manera de contar hambrientos. Con el ritmo de bolero que llevamos, no habrá inmunidad de grupo hasta después del verano. Un drama.

A medida que llegue el milagro de las vacunas, los políticos no tienen que ser los últimos. No. Deben ser vacunados a plena luz, sobre todo aquellos que gestionan hospitales. O los consejeros de salud, que por algo llevan la pandemia. Eso sí, en su turno y sin hacerlo a escondidas. El problema es que uno de los deportes nacionales en España es la caza de cabezas políticas. Dimitir, ese verbo ruso que tanto nos gusta que conjuguen los demás.