¿Hicimos algo bien?

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

Jesús Hellín | Europa Press

15 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En vez de interesarnos por saber qué falló o qué hicimos mal para volver a estar a un paso del desastre, deberíamos de preguntarnos si hicimos algo bien. Algo que fuese efectivo y que mereciese la pena. Porque es difícil de explicar, e imposible de entender, cómo en cuestión de semanas estamos liderando la pandemia en Europa y nos anuncian para dentro de unos días una oleada devastadora.

Deben estar de vacaciones o en el exilio, porque han desaparecido todos aquellos que nos aseguraban que íbamos por el buen camino, que «juntos lo conseguiremos» y que «este virus lo paramos unidos». Y aquellos otros que se tomaron el cambiar de fase como una competición y que decían que se invadían sus competencias, no les dejaban actuar, les tenían manía y que pretendían hundir su economía. La mayor antología del disparate la vivimos entonces, mientras nos caían los días encima sin poder asomarnos a la acera.

Y ahí está parte del fracaso. Fuimos saltando las fases como quien da saltitos jugando a la rayuela. Las urgencias nos llevaron a abrir bares, terrazas, la noche, fiestas, gimnasios, hipódromos, los toros, discotecas, misas, las comilonas y todo lo que era juerga y desparrame porque había que recuperar la economía. Que, eso sí, ya está recuperada. No podemos vivir sin los conciertos musicales de Taburete y sin copas y nos desatamos tras uno de los confinamientos más estrictos del mundo. Sin olvidarnos de la permisividad con quienes se negaron y niegan a cumplir las normas dictadas. La falsa impresión de victoria que nos vendieron nos llevó a donde estamos.

Y ahora la situación es tal que somos la gran preocupación de Europa y la comunidad científica acaba de pedir medidas coordinadas, rápidas y eficaces. Que es como si piden al Atleti que gane la Copa de Europa. Lo mismo. Porque si no teníamos medios en marzo, tampoco los tenemos ahora. Nuestro sistema sanitario es el que era, débil, y el personal está agotado y rendido. Seguimos sin estar preparados. Pero puede que dejando de fumar en público acabamos con esta peste.