Muchos gallegos disfrutan ya de sus merecidas vacaciones en un lugar distinto a su residencia habitual. Y se han topado con un problema clásico que tal vez otros años tenía una importancia relativa, pero que en el mundo poscovid es más relevante: en miles de núcleos de Galicia es muy difícil o casi imposible disfrutar de Internet de calidad. Y no solo en los aislados (donde el coste es muy alto). También ocurre lo mismo en muchas zonas urbanas. Los comprobadores que tienen en sus webs varias telecos repiten con frecuencia la misma respuesta: no hay fibra disponible.
Hay planes para acelerar un despliegue indispensable y prioritario. Necesitamos redes para el teletrabajo, la telemedicina, la educación, los trámites administrativos… E incorporar a toda Galicia de forma plena a la Era de la Información. Mientras no llegan, hay parches.
Si uno quiere disfrutar de streaming en su casa de la playa o el monte y hay buena cobertura móvil, una buena opción es comprar un rúter 4G (el 5G que temen los conspiranoicos está en pañales) o un dispositivo Mifi. Funcionan con una tarjeta SIM y permiten crear redes wifi. Evidentemente, necesitan tarifas con muchos gigas de datos. Pero hay buenas ofertas en el mercado, sobre todo en los operadores virtuales y segundas marcas de las grandes compañías.