Mover el marco

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés OTRAS LETRAS

OPINIÓN

CAPOTILLO

24 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En uno de los muchos memes que ilustraron el confinamiento el autor saludaba la balización de las playas por parcelas como una conquista del espíritu del marco que tan bien conocemos en Galicia. De las leiras a Samil, organizar el espacio por confines es de una familiaridad ancestral que el covid ha revisado y actualizado. Esa predisposición a dejar claros los límites precisos de mi territorio ha encontrado formas de expresión con paradojas llamativas. De todas las playas cercadas y valladas por Pandemia, la más metafórica ha resultado ser la de Silgar, epicentro y metáfora de una forma de entender el veraneo en el que es más importante estar que ser y en el que la distancia social es un fracaso porque se trata de estar todos juntos y cuantos más mejor. El arenal más superferolítico de Galicia luce este verano con cuadrícula de diseño tradicionalista como corresponde a la dinámica de la zona. 780 parcelas en las que en lugar de berzas ondearán al viento pareos y bikinis-osea que en conjunto darán al arenal una fragancia de zoológico pijoaparte.

Se podría clasificar al ser humano por el tipo de playa que aspira a ocupar. Cada clase es de una contumacia irrevocable, de forma que el que proyecta el verano en el minisolar de Silgar o en las colas que se han visto en el Orzán con la vista vigilante en la fracción vecina es el antagonista de quien sueña con un julio en la arena eterna de Razo sin más compañía que su tribu pequeña e intransferible. Son especies tan existencialmente diferentes que su intercambio solo acarrea furia y frustración. A quienes el alma se nos manifiesta en el desierto de un arenal sin gente, esas playas con semáforos son la prueba de que no estábamos equivocadas.