Barras

Luis Ferrer i Balsebre
Luis Ferrer i Balsebre MIRADAS DE TINTA

OPINIÓN

Santi M. Amil

09 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Preguntando a los amigos qué es lo primero que harían una vez levantada la clausura, un porcentaje significativo respondió que tomarse una cerveza en la barra de un bar. La RAE define el bar como sinónimo de taberna: local en el que se despachan bebidas que suelen tomarse de pie, en la barra. La palabra bar viene del inglés «barriere» que significa «barra» o «barrera». Hasta la Gran Bretaña industrial del siglo XIX no aparecieron los llamados «pubs» (abreviatura de public house). La palabra bar se origina en las antiguas posadas que separaban la zona donde se vendían las bebidas alcohólicas del resto del local mediante una barrera.

El concepto de barra y barman surge en EE.UU. a principios del siglo XIX, cuando los colonos acudían a las ciudades para avituallarse, descansar y de paso tomar bourbon de barril. Los dueños de los establecimientos comenzaron a poner una barrera entre ellos, las botellas y las copas y los clientes, que casi siempre acababan a tortas o a tiros bajo el influjo del alcohol. En el Madrid del XVIII, ya se contemplaba la de tabernero como una profesión reconocida, y nosotros bebíamos vino, que es más culto y menos pendenciero.

La barra del bar es un elemento estructural imprescindible para cualquier parroquiano aborigen, y digo aborigen, porque no todas las culturas tienen el apego gozoso a la barra de los bares que tenemos en nuestra tierra. Españoles, americanos e ingleses son sus más fervorosos amantes, mientras que en Italia, Argentina o Japón no hay cultura de barra de bar. En la barra se bebe y se vive la vida en cómplices desahogos, son mata tiempos, vertederos de amor, cátedras futboleras... todo al calor de un vino o una cerveza bien tirada.

Se entiende la querencia.