Desinfección con lejía

Manuel Luis Casalderrey
Manuel-Luis casalderrey RINCÓN ABIERTO

OPINIÓN

01 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La lejía mata casi todos los gérmenes y lleva haciéndolo desde hace más de un siglo. El ingrediente activo de la lejía es el hipoclorito sódico (NaClO), que se obtiene mediante la reacción de cloro con hidróxido de sodio. El hipoclorito es un fuerte oxidante y los virus y bacterias son muy sensibles a la oxidación. Así, el hipoclorito es capaz de destruir la pared celular de las bacterias y las envolturas de los virus. También destruye sus proteínas y su material genético. Esos son los mecanismos por los cuales el hipoclorito de la lejía ataca a los microorganismos y los incapacita para infectarnos. El hipoclorito de sodio que tiene la lejía se utiliza para desinfectar superficies, piscinas y para potabilizar el agua.

La lejía se usó por primera vez para desinfectar el agua potable de Maidstone (Inglaterra) en 1897, durante una epidemia de tifus. Más adelante se convertiría en el método para potabilizar el agua de consumo. La química es benefactora de la humanidad a través del hipoclorito sódico, ya que este anula los efectos de los virus y nos protege de las enfermedades que podríamos contraer al beber agua contaminada. En lo que se refiere a la desinfección para protegernos del virus SARS-CoV-2 basta con preparar una disolución tomando 20-30 mililitros de lejía, disolverlos en un litro de agua y limpiar con ella todas las superficies.