El poder nunca va con el cargo. Con el cargo, si lo tienes, solo te ríen los chistes y luego te das la vuelta y te apuñalan. Sánchez, en cada comparecencia sin preguntas abiertas y en cada prórroga del estado de alarma, siempre con dudas, pierde poder. Los líderes no necesitan el cargo para mandar. Están hechos de otra madera, la del respeto que les tienen quienes los siguen. El poder auténtico se elabora con una receta muy sencilla: se trata de atender en su punto justo las naturalezas humanas que te rodean. Optar sin descuidar. Los que están en las UCI le podían dar lecciones y ejemplos a Sánchez. No se puede decir: ahora servicios esenciales, sí; ahora, servicios esenciales, no. No se puede decir: ahora mascarillas, no; ahora, mascarillas, sí. No se puede decir ahora, prórroga, hasta el 26, pero habrá más. Estamos confinados 47 millones de españoles, con sus hijos pequeños. Confinados, pero cada vez menos confiados. Necesitamos un líder que nos saque del hoyo, que nos evite el hoyo, con determinación. A Sánchez le mantiene en el cargo, y cada vez menos en el poder, la televisión y la clamorosa falta de alternativas. Sus socios son maestros en deslealtad. Pablo Iglesias quiere ser el presidente que Pedro Sánchez no está sabiendo ser. Ve la herida. Y la oposición es el desierto. Si Sánchez se está desinflando, sus rivales no existen. No tienen ni una astilla de la madera de líderes. Y así estamos 47 millones, hartos y solo pendientes ya de lo que dicen los expertos sanitarios, los investigadores, los que saben. No queremos más comparecencias del Gobierno. Llevamos más de cincuenta ruedas de prensa televisivas en 24 días que se pueden resumir en una palabra: nada. No queremos más ministros parlantes. Queremos gobernantes hechos y derechos, a la altura de la mayor crisis, que sepan doblar la rodilla y mantener la mirada serena. No más humo. Si las mascarillas ayudan, que las consigan ya y se las den a la población. Si los test hacen falta, que los hagan. Menos palabras. Más hechos que demuestren que hay alguien al mando.