Vae solis!

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

21 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Los Cuadrado decían en el periódico de ayer que estar juntos los catorce (los padres y 12 hijos) les parecía el mejor escenario posible para pasar esta crisis. Como un reflejo condicionado, se me vino a la cabeza el Vae solis! del Eclesiastés: ¡Ay del que está solo! ¡Ay del que tiene que pasar en soledad estas semanas o meses! Fui a mirar. Casi cinco millones de personas viven solas en España. Cerca de un millón pasan de los ochenta años. La pandemia de soledad llegó mucho antes que el COVID-19 y se instaló en todas las franjas de edad, también entre los niños: cada vez hay más tutelados por la Administración y muchos que, aunque comparten techo con, al menos, uno de los padres, viven en realidad solísimos. Esta epidemia previa de soledad nos ha dejado muy débiles para afrontar con éxito cualquier problema, pero muy especialmente una crisis colectiva de las proporciones de esta que nos ha tocado vivir.

Hemos levantado entre todos un sistema de salud maravilloso y medio mundo envidia nuestras pensiones y subsidios, nuestro modo de vivir. Creíamos en un progreso indefinido -en contra de lo que nos enseña la historia- y en que éramos perfectamente autónomos con respecto a la naturaleza, que la dominábamos. Pero parece que no, que podemos desaparecer por la misma razón que los dinosaurios: cuerpos muy grandes y poco cerebro.

Estos días se ha producido un gran silencio, se ha apagado en gran medida el barullo en el que vivíamos al desactivarse las rutinas sobre las que montamos nuestras existencias y que consisten casi siempre en moverse. Pensar requiere pararse, de ahí la expresión «pararse a pensar». Ahora que nos han parado, quizá deberíamos pensar.

@pacosanchez