Tres teorías para el fiasco del Mobile

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto CRÓNICAS DEL GRAFENO

OPINIÓN

David Zorrakino | Europa Press

21 feb 2020 . Actualizado a las 20:52 h.

Pepe Romero, que durante muchos años dirigió la Comunicación de Vodafone en España, y anteriormente trabajó en Microsoft, me explicaba esta semana el efecto bola de nieve que acabó con la cancelación del Mobile World Congress de Barcelona. Las grandes multinacionales de las telecomunicaciones -operadores, fabricantes de smartphones, proveedores de redes, compañías de software y hardware-, que son las que tiran a nivel mediático y económico de la feria (por eso están más cerca de la entrada principal), se retroalimentan entre ellas. Si tienes como vecinos a LG, Intel, Nokia, Ericsson o Cisco y deciden no asistir, te quedas como una isla dentro del pabellón, recibes menos visitantes y no resulta atractivo mantenerse dentro del congreso.

Alexandre Bastos, CEO de la startup gallega Ancora Mobile -que iba a participar dentro del espacio Four Years From Now-, cree que «a cancelación debeuse máis a temas de reputación que a problemas de saúde pública». Nadie quería arriesgarse a que el primer infectado fuera de su empresa, con la publicidad negativa que eso conlleva. Nadie, excepto las pequeñas puntocom, que no pueden permitirse ese lujo. «Ningúen do 4YFN nos platexábamos non ir. Os autónomos non nos poñemos enfermos, somos inmunes ao virus», bromea Bastos.

Hay una tercera teoría, que es la que aporta mi compañero Santi Paz, jefe de Telecomunicaciones de La Voz. En estos momentos se están negociando los contratos del 5G, un negocio multimillonario y estratégico: las redes y los sistemas por los que circularán los datos que durante la próxima década harán funcionar todo, desde la industria hasta las administraciones públicas y la defensa. Muchos de esos acuerdos se iban a cerrar en un Mobile con un importante protagonismo de las compañías chinas: Huawei y ZTE -muy bien posicionadas en el 5G y ambas vetadas por Washington-, Xiaomi, Oppo, Vibo...

Parece lógico pensar que hay motivaciones políticas en la cancelación del Mobile, y que se celebrase en un país cuyo Gobierno está a punto de aprobar una tasa Google, y que se reúne con la número dos del régimen venezolano, no ayuda precisamente. Pero esto lo añado yo de mi cosecha.