Bierzo ceibe

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés OTRAS LETRAS

OPINIÓN

ALBERTO LÓPEZ

22 dic 2019 . Actualizado a las 05:01 h.

Con una dedicación que solo merecía aplausos, cada unas pocas decenas de kilómetros se te presentaba aquel Bierzo ceibe con el que alguien muy teimudo expresaba por la N-VI, entre Madrid y Ponferrada, una pulsión compartida por muchos en aquel territorio fronterizo. El grito del Bierzo era una manifestación conmovedora de lo arbitrarias que son las fronteras de regla y cartabón y la anexión autonómica de León con Castilla una extravagancia territorial perpetrada por los que en la «Gloriosa Transición» jugaron al Risk con el mapa de España, corta por aquí, pega por allá. Conocido es que Martín Villa, entonces líder de UCD en León y señor de poderes omnímodos en aquella España de primeras oportunidades, sacrificó este territorio para contrapesar a los nacionalismos históricos y para fortalecer desde el centro de España al partido de Suárez. Visto desde este 29 de diciembre del 2020 podemos afirmar y afirmamos que Martín Villa demostró ser un grandísimo hombre de Estado con una gran visión de futuro, a la vista de qué ha sido de la UCD y de por dónde anda Cataluña.

La capacidad menos valorada de la política es la de crear realidades que se convierten en dogmas. Apenas cuarenta años después de este engendro administrativo que vincula a Cacabelos con Monteagudo de las Vicarías los ciudadanos/tuiteros se hacen cruces con la petición de independencia del Ayuntamiento de León como si esa comunidad soñada por Martín Villa fuese un constructo celestial alumbrado por el Creador cuando diseñó el mundo. La naturaleza centrífuga de lo que pasa en Cataluña, capaz de engullir todos los debates y de emputecer todas las aspiraciones, dejará el rugido del León en un ronroneo pero está bien que alguien nos recuerde de dónde narices venimos.