Por qué el sector cárnico nos beneficia a todos

Emilio González Iglesias EN CONTRA

OPINIÓN

30 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Repasemos la importancia del sector cárnico desde el punto de vista socio-económico, de la salud y medioambiental:

El sector cárnico es extremadamente relevante para el tejido productivo gallego. El valor de las producciones agroganaderas sobrepasa los 3.800 millones de euros al año. Su actividad genera empleo para 9.500 personas, muchas de ellas en el rural. El tradicional sector agrario gallego está conformado mayoritariamente por explotaciones familiares y se caracteriza por un elevado nivel de dispersión; de hecho, las principales industrias controlan menos de la cuarta parte de la producción. Galicia cuenta con una ganadería distinguida por la alta calidad resultante de una alimentación diferenciada, la potenciación de las razas autóctonas y el mantenimiento de exigentes protocolos de sanidad animal.

Desde el punto de vista nutricional, la carne es una importante fuente de nutrientes y su papel como proveedora de proteínas de alto valor biológico es inequívoco, siendo rica en micronutrientes como el hierro, selenio, zinc, y una valiosa fuente de vitaminas del complejo B, especialmente la vitamina B12. Todos ellos componentes esenciales de una dieta equilibrada. Investigaciones recientes han comenzado a desmitificar la imagen negativa de la carne y están ayudando a señalar el papel crucial de esta en el desarrollo del ser humano actual.

Galicia tiene un consumo de carne medio, que está dentro de los parámetros aceptados por la dieta atlántica, muy alejado de los altos valores de otros países como Argentina o EE.UU. Nuestra comunidad se sitúa entre las más longevas de Europa. El incremento de la esperanza de vida demuestra que algo hemos estado haciendo bien.

Los beneficios ambientales de la ganadería son bien conocidos en Galicia, especialmente por la contribución a la conservación del medio de los sistemas silvo-pastoriles, y sociales, como fijadora de población en el medio rural. Todos sabemos que solo arde la Galicia vacía, los terrenos baldíos, abandonados e improductivos. Se ha calculado que las emisiones brutas de carbono de los incendios equivalen al 25 % de las emisiones globales anuales de los combustibles fósiles. Según un estudio de la Universidad de Vigo, solo la superficie afectada en Pontevedra en el 2017 (40.943 hectáreas) emitió 1,7 millones de toneladas de CO2, cantidad equivalente a lo que emite la central de As Pontes durante dos meses o 400.000 coches nuevos al año.

Por lo tanto, hay motivos económicos, de fijación de población en zonas rurales, nutricionales, de conservación de la dieta atlántica y, finalmente, medioambientales, de mantenimiento de nuestros ecosistemas como freno a los incendios forestales, que hacen que el sector cárnico sea altamente beneficioso para todos y seña de identidad de Galicia.