Vienen las prisas

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

29 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de décadas cerrando centros escolares, suprimiendo consultorios y especialidades médicas; después de años y años podando líneas de transporte y dejando agonizar el ferrocarril, ahora que tenemos a media Galicia como un desierto, nos han entrado las prisas y vamos a poner en marcha un sinfín de medidas que en un pispas harán que retornen 21.000 emigrantes. Esto se llama capacidad para arreglar los problemas.

 Y puede que hasta haya quien se lo crea. Como se creen que el pasado año llegaron 2.517 gallegos de Venezuela, atraídos por el paisaje galaico y no por escapar del hambre y la miseria. Bien está que comience la andadura. Pero han sido tantos años de dejadez, de no mover un papel, de no establecer las condiciones para hacer un país atractivo y próspero que ahora nos entran las prisas y con ello echamos a correr, sin saber muy bien hacia dónde. Claro que todas las Administraciones han de implicarse, lo que no hicieron hasta ahora. Y claro que el Parlamento gallego debe de aprobar la Lei de Impulso Demográfico, pero exigiendo medidas rigurosas, eficaces y creíbles. Y un proyecto global para el país, y de futuro. Que es lo que no tenemos.

Llegamos al borde del abismo. Porque así lo quisimos. Y ahora pretendemos que, por un intercambiador, miles de gallegos que viven cómodamente instalados y con todos los adelantos técnicos en Boston, Roma o Berlín se vengan aquí a sufrir las carencias de transporte, telefonía, luz, servicios médicos, farmacéuticos y mil penurias más. Que es lo que tiene Galicia. A no ser que nos creamos que se vendrán corriendo porque aquí el marisco está más fresco.