Reyes

Jaime Gómez Márquez EN LIÑA

OPINIÓN

reyes
Alberto Martín

04 jun 2019 . Actualizado a las 10:06 h.

Ha muerto Reyes, un futbolista que según dicen los que le conocieron era una buena persona, llena de alegría, y un gran jugador de fútbol. Vaya por delante que es muy triste que una persona joven fallezca a causa de un accidente de tráfico o una enfermedad (es igualmente triste que la persona fallecida sea popular o anónima). Lo siento por su familia, sobre todo por su hijo y sus hijas que pierden seguramente a un buen padre, y por sus amigos más cercanos pero nada más que eso. No me conmueve más que el personaje sea famoso.

 Me ha parecido un despropósito y una obscenidad que la muerte de este señor abriera telediarios, fuera portada en muchos periódicos, se pusiera una capilla ardiente en el estadio del Sevilla como si fuera un héroe y se ensalzara su figura como un superclase. ¿Hubiese tenido la misma repercusión mediática si el fallecido hubiese sido un gran cirujano, un científico brillante o un profesor entregado a la enseñanza? ¿Habla alguien del acompañante que también falleció en el desgraciado accidente? La respuesta es no. Qué pena me da esta sociedad que adora a sus ídolos deportistas o famosillos de televisión, papel couché y olé, e ignora a quienes de verdad hacen que su vida sea mejor.

Finalmente, resulta que este señor iba en uno de sus coches de súper lujo a 237 km/h demostrando ser un infractor del código de circulación y un irresponsable que además de matarse él podía haber matado, por ejemplo, a una familia que volviese a su casa después de pasar un día de descanso. Con independencia del exceso mediático ¿merece alguien así ser homenajeado como un héroe? Que cada uno responda a la pregunta (si quiere). Desde luego si en vez de Reyes o de cualquier otro famoso el muerto hubiese sido una persona corriente, a esta se le hubiese tildado (con razón) de todo menos de héroe.

Respecto a todo lo expuesto, puedo estar equivocado pero es lo que pienso.