Miedo a la inestabilidad

Fernando Ónega
Fernando Ónega DESDE LA CORTE

OPINIÓN

Luca Piergiovanni | Efe

01 jun 2019 . Actualizado a las 09:56 h.

La formación de gobierno está atascada entre dos paredones. Por una parte, la elección de socios del señor Sánchez. Por otra, la culminación de los pactos municipales y autonómicos, como si de ellos dependieran las alianzas a nivel estatal. El señor Sánchez lo tiene claro: quiere a Podemos como compañero de legislatura, pero sin meterlo en el gabinete. Aún así, le faltarán ocho o diez escaños -depende del dictamen sobre cuál es la mayoría absoluta tras la suspensión de cuatro diputados independentistas-, y no todos los posibles están por la labor de echar una mano si Podemos forma parte del gobierno.

Si Ciudadanos y PSOE se siguen descartando mutuamente, los votos de Podemos son imprescindibles. Pero ahí se tropieza con la gran dificultad cada vez que hablan Pablo Iglesias o un ministro: la forma de colaboración. Iglesias habló ayer en Sitges y no solo volvió a pedir la coalición, sino que expuso el programa que le presentará al presidente: la conocida subida de impuestos y la rebaja de la jornada laboral a 34 horas semanales, detalles que habrán entusiasmado a los empresarios que le escuchaban. Y, al mismo tiempo, la ministra Celaá insistía en la doctrina oficial: si hay que superar el ámbito del PSOE, se superará, pero en las condiciones que predica José Luis Ábalos: con independientes, aunque sean de Podemos.

En esas seguimos en vísperas de que el rey comience las consultas. Anoto que el diálogo Iglesias-Sánchez se efectúa a través de los medios informativos o en escenarios muy lejanos al Congreso o a la Moncloa. Caben dos posibilidades: o se están tanteando a ver quién aguanta más, o están pulsando la opinión pública a ver por qué se decanta. A esto último respondería la última encuesta del CIS, que tuvo la ocurrencia de acudir al comodín del público para preguntarle si prefiere una coalición o un gobierno en solitario. Susto o muerte. Y, para añadir más confusión, en una parte del barómetro sale la coalición, y con Podemos, y en la nota de prensa del propio CIS sale el solitario.

¿No podrían ya los señores Sánchez e Iglesias hablar en serio y acordar lo que sea? Estoy por pensar que el presidente le tiene más miedo a esa entrevista que un campesino a un nublado en período de siega. Lo comprendo perfectamente, pero debe saber algo: cada día que se prolonga la incertidumbre se acentúa el miedo a la inestabilidad. Se acentúa hasta tal punto, que se vuelve a hablar de repetición de elecciones. ¡Con lo fácil que sería garantizar la mayoría absoluta con Ciudadanos! Pero, claro, Ciudadanos es de centro-derecha. Y Sánchez a lo que tiene miedo de verdad es a que le digan que se entregó al capitalismo feroz. Sobre todo, si quien se lo dice es Pablo Iglesias.