Drogas, la demanda silenciosa

Uxio Labarta
Uxío Labarta CODEX FLORIAE

OPINIÓN

23 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Las épicas del contrabando y los narcos y, sobre todo, la de las madres coraje frente a los narcos, dejan preguntas por responder. Crónicas judiciales, policiales, dramas de muerte y destrucción personal y social, también de redes del narcotráfico, casi todas se encuentran recogidas en libros abundantes, series de televisión de éxito y conforman una parte de la realidad económica y social con derivaciones políticas que están en el acaecer de Galicia.

El éxito de la serie Fariña, con una espléndida interpretación de una realidad y la evidencia cinematográfica de una cara oculta de nuestra sociedad, no agota sin embargo una de las partes más dramáticas del drama de la droga: la muerte de un número sin cuantificar de jóvenes, dejando en el aire preguntas sin responder.

Entre ellas está la de las rutas, el mercado y las organizaciones de la heroína. La droga maldita y que sin embargo en las crónicas literarias, judiciales o televisivas y cinematográficas se encuentra entre brumas. Hasta el extremo que las madres contra la droga, conocedoras y sufridoras del drama que el caballo o heroína provoca, protestan y se movilizan social y judicialmente contra las grandes organizaciones de narcos moviéndose en torno a la fariña o el hachís, pero no logran que se vea, se conozca y se derrote al caballo. Porque el caballo, la heroína, se sigue moviendo entre las brumas de una sociedad oculta. Como si luego de la plaga de los años 80 en gran parte de Galicia, donde la muerte acompañó a las familias, todo se hubiese desvanecido.

Por eso reportajes y análisis como el publicado en La Voz de Galicia permiten ver lo que es evidente: El caballo sigue cabalgando indomable, también por Galicia. Y nos permite aproximarnos a la realidad poco conocida del otro narcotráfico gallego: la heroína, que sigue matando.

El periodista Javier Romero y sus colegas evidencian las rutas de la heroína, el juego de ciudadanos búlgaros y albaneses, enredados con gallegos y portugueses. Se habla de los poblados en las proximidades de las ciudades gallegas. La muerte por sobredosis ya no es la señal: «No puede decirse que la causa clínica del fallecimiento sea una sobredosis, ni tan siquiera la heroína, aunque se sabe que fue el desencadenante». Se necesita de nuevo la denuncia de las familias: tres ramos de flores blancas para señalar al camello oculto.

Al contemplar las infografías de la heroína que ilustran el reportaje, resulta fácil comprender la dificultad de luchar contra este tráfico. No se mueven toneladas. Los alijos incautados no alcanzan los diez kilos, y apenas dos superan los 50. Nada que ver con las toneladas en tabaco, hachís o cocaína y la logística que para ello se necesita. El caballo se mueve en papelinas. Revisen con atención el análisis de La Voz de Galicia y podrán encontrar respuesta a alguna de las preguntas que tantos años de lucha contra el narcotráfico habían dejado en la sombra. Porque, sin olvidarnos de nada, necesitamos embridar al caballo, tantos años escapándose.