La mano derecha

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

04 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras reservamos mano izquierda para designar la habilidad o astucia para resolver situaciones difíciles, empleamos el nombre de la otra, la que mejor usamos -excepto los zurdos, claro- para referirnos a la persona muy útil a otra como auxiliar o colaborador. Los problemas empiezan cuando la mano derecha de alguien es un varón. «La mano derecha de Esperanza Aguirre se da de baja del PP», leemos en un periódico. Esa mano no es una cosa con cinco dedos, sino el concejal madrileño Íñigo Henríquez de Luna. Alguno que va por libre opta por usar esa mano derecha como común en cuanto al género, lo que convierte a don Íñigo en el mano derecha de Esperanza Aguirre. A la Academia no le convence la cosa y dice que mano derecha es femenino, aunque considera masculinas dos formas complejas de mano, manos largas ‘hombre que toquetea a una mujer sin el agrado de esta’ y manos libres ‘aparato para hablar por teléfono sin emplear las manos’.

Y todos tan contentos. Hasta que otro título de periódico sobresalta a la parroquia: «La mano derecha de Cristina Fernández, detenida por corrupción». Nos aclaran que la expresidenta argentina no tiene un miembro gangrenoso, sino que su mano derecha es un tal Amado Boudou, que fue vicepresidente de su país. En casos así, parece preferible cambiar la construcción cuando la concordancia femenina dificulta que se interprete mano derecha en el sentido con que se emplea y lleva al lector a ver en ella el extremo del brazo.

La Academia equipara casos como el de mano derecha a ciertas fórmulas de tratamiento, como majestad o alteza. Sus modificadores concuerdan con esta locución en femenino: la mano derecha, su ingeniosa mano derecha. En las oraciones copulativas se impone -dice la Gramática- la concordancia masculina o femenina según el referente sea un varón o una mujer. Se dice Su señoría está disgustado si tras ese tratamiento hay un hombre, pese a que señoría es femenino. Luego el titular antes citado debería ser «La mano derecha de Cristina Fernández, detenido por corrupción». Lo cual no recomendamos si no queda claro que se trata de un varón: «La mano derecha de Cristina Fernández, Amado Boudou, detenido por corrupción».

Donde se mantendrá la confusión es, sin duda, en «Pablo Iglesias fue agredido por la mano derecha de Santiago Abascal», incidente al que este es absolutamente ajeno. Palabrita del Niño Jesús.