Adolescentes entre rejas

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

28 abr 2019 . Actualizado a las 16:07 h.

Un pantano lleno de cocodrilos rodea la cárcel de Brevard County, en Florida, aislada del mundo libre por altos muros de seguridad y alambradas disuasorias. Allí, al otro lado de la ciénaga, residen un millar y medio de internos. Entre ladrones, asesinos y violadores han ingresado temporalmente ocho adolescentes británicos conflictivos, seis chicos y dos chicas, a los que sus familias no consiguen doblegar. La baja tolerancia a la frustración y el comportamiento antisocial de estos cachorros llevaron a sus padres a agarrarse a esta última solución radical para enseñarles lo que supone ser presidiario antes de que la justicia real tenga que intervenir.

La prensa inglesa relata el caso de uno de los participantes, un chaval de 17 años que se ha criado entre ponis, motos propias y lujosas escapadas de esquí y que no admite un no a sus deseos. Es el primero que se viene abajo y pide al teniente, entre lágrimas, volver a casa.

La educación de los hijos requiere a veces medidas extraordinarias, pero este método insólito incluye un factor todavía más atípico: el escarmiento se aplica ante las cámaras del programa Banged Up: Teens Behind Bars, que el británico Channel 4 estrena mañana en el Reino Unido dentro de esa línea bizarra que la telerrealidad justifica y disfraza como experimento sociológico.