Analizamos en profundidad este rifle económico de la serie 700 de Remington para aquellos tiradores y cazadores amantes del calibre 6,5 Creedmoor». La descripción coincide en el tono con la de una web que venda calcetines pero lo que brilla en la foto es un escopetón. Hay también un catálogo enorme con todo tipo de pistolas, carabinas, una bomba manual PCP onix cheroky por 139 pavos y unas cosas con el 10% de descuento. Me vengo arriba y decido que son bazokas pero al escudriñar las letra pequeña de esta increíble revista digital descubro que son visores para atinar con el tiro. Olfateo dentro de mi un hálito de decepción. Me estaba quedando la perplejidad a la altura del catálogo. Avanzo y la web me sirve una entrevista con Santiago Abascal. No explotan muy bien la oportunidad de preguntar a un tipo que evita a los medios aunque los medios no dejen de hablar de él. La conversación va sobre portabilidad de armas pero por el tono parece que hablan de telefonía móvil. En la charleta Abascal menciona a «los españoles de bien» y por un instante se me forma a la altura del sistema límbico una imagen de Santiago Urrialde haciendo de Stallone y diciendo «no siento las piernas». Cada comunidad tiene sus taras y esta del ardor escopetero la veía más de una Kansas o una Alabama en donde «Dios creó a los hombres y Sam Kolt los hizo a todos iguales». Aquí los caminos de la igualdad los hemos afanado de otras formas y las crisis adolescentes no suelen acabar en matanzas a tiro limpio. Llámenme escrupulosa.
Dejo los bazokas, a Abascal y a sus españoles hombres de bien atrás. No me creo que alguien le confíe nada a este señor al que veo en otra foto con un casco de los tercios de Flandes. No puede ser. ¿No puede ser?