El trilema

Luis Ferrer i Balsebre
Luís Ferrer i Balsebre EL TONEL DE DIÓGENES

OPINIÓN

13 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El llamado trilema de Rodrik -prestigioso economista en Harvard- plantea que hay tres cosas imposibles de encajar a la vez: la globalización económica, la democracia política y la soberanía nacional.

Con la globalización se ha conseguido la circulación de capitales e Internet, es decir, la inmediatez y la disponibilidad universal del conocimiento; también ha contribuido a paliar la miseria de muchos países del tercer mundo, pero a costa de disminuir la riqueza de las economías más fuertes del planeta que son las que deslocalizan su producción aumentando el paro en su país; la libre circulación de personas y la permeabilización de fronteras es otra de las dificultades de adaptación que plantea.

El trilema plantea que es imposible avanzar en la globalización manteniendo una democracia de calidad y la soberanía nacional; para Rodrik, sólo es posible escoger dos de las tres opciones.

Trump eligió la soberanía y la democracia frenando la globalización; China optó por la globalización y la soberanía, como Rusia, sólo que Rusia no renuncia a la democracia aunque sea de plutonio en polvo.

En Europa, el trilema sigue sin resolverse, actualmente está en una fase de sin dios, donde el Reino Unido se va no se sabe a dónde queriendo llevárselo todo, democracia, soberanía y globalización, y no resuelve el trilema, tan listos como son ellos.

Por nuestras tierras el agobio del trilema ha generado la indignación como opción política alumbrando partidos que reciben la etiqueta despectiva de ‘ultraderecha’, ‘ultraizquierda’ o populistas.

Preguntado por esto, el propio Rodrik contestó hace pocas semanas: «Son el resultado de la falta de honestidad de los políticos centristas, que no se han enfrentado a las implicaciones del trilema. Les dijeron a sus votantes que podrían perseguir la globalización sin abandonar la soberanía o la rendición de cuentas democrática. En definitiva, les contaron un cuento a sus votantes en el que podrían tenerlo todo. Como dijo una vez un antiguo ministro de economía de la eurozona, los populistas de hoy son los únicos que están contando la verdad sobre el trilema. Ellos son totalmente explícitos sobre lo que están dispuestos a abandonar: la hiperglobalización. Desafortunadamente, mezclan esta idea con una agenda política y económica nativista que no aborda los problemas fundamentales de sus votantes. Ahí es donde la izquierda debe involucrarse y rellenar ese vacío».

Pero la confrontación ya no está entre derechas e izquierdas sino en las formas de resolver el trilema, escoger entre soberanistas y globalistas o totalitarios y demócratas. Todo a la vez no se puede.

Personalmente el profesor Dani Rodrik me parece un tipo inteligente y con un planteamiento que ayuda a aclarar la borrosidad del momento que vivimos.

Trilema europeo, andaluz o catalán.