La lucha solo acaba de comenzar

OPINIÓN

30 dic 2018 . Actualizado a las 17:27 h.

Si hay un personaje femenino que, de manera inmediata, viene a mi mente como representante de la lucha de la mujer en el 2018 es Nadia Murad. En junio del 2014, su pueblo en el norte de Irak fue atacado por los criminales del Estado Islámico. Como consecuencia más de 600 personas fueron asesinadas y ella y otras mujeres fueron hechas esclavas. Nadia fue vendida, torturada y violada. Pero no se resignó y escapó de sus captores. Con la ayuda de unos vecinos consiguió llegar a un campamento de refugiados en Duhok, en el Kurdistán iraquí, donde fue seleccionada por un programa de ayuda a los refugiados de Baden?Wutenberg, lo que le permitió iniciar una nueva vida en Alemania. Desde entonces se ha dedicado a visibilizar no solo su caso, sino el de 6.700 mujeres yazidíes más esclavizadas por el EI. Premio Nobel de la Paz de este año, reclama justicia para llevar a los tribunales a aquellos que destrozaron su vida y la de miles de mujeres pero, sobre todo, exige una reparación a la indiferencia y a la tolerancia de todos aquellos que, sabiendo lo que ocurría en las casas donde se esclavizaba y violaba a mujeres, no hicieron nada para ayudar. 

Porque esa pasividad es lo que ha permitido y permite que hombres agresivos, violentos o simplemente consentidos sigan actuando al amparo de sociedades machistas e hipócritas.

Una impunidad que lleva años siendo denunciada y perseguida en Occidente, no con toda la eficacia y persistencia que nos gustaría pero que en el Tercer Mundo adquiere niveles inaceptables al amparo de conceptos como el honor o la reputación. Actos que, cuando son denunciados pueden llevar al absurdo de encarcelar a la víctima o a la denunciante. Como le ha sucedido a la periodista egipcia Amal Fathy tras subir a Internet un vídeo en el que mostraba el acoso sexual que sufrió durante una visita a un banco.

Puede que el 2018 haya sido el año en el que las reivindicaciones de las mujeres empezaron a tener más repercusión, pero lo cierto es que dista mucho de ser suficiente. Baste mencionar que según la ONU el 35 % de las mujeres en todo el mundo han sufrido violencia sexual en algún momento, mientras algunos estudios nacionales muestran que hasta el 70 % han experimentado violencia física y/o sexual por parte de una pareja íntima, que 650 millones de mujeres y niñas se casaron antes de los 18 años y 200 millones fueron sometidas a mutilación genital femenina, la mayoría antes de los 5 años. 137 mujeres son asesinadas cada día por sus parejas o familiares.

La lucha solo acaba de comenzar.