Felicitación

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

CARMELA QUEIJEIRO

22 dic 2018 . Actualizado a las 09:22 h.

Como no nos veremos hasta el próximo 29, aprovecho para felicitar la Navidad y para dar las gracias. La capacidad de agradecimiento y la de perdonar, combinadas, nos hacen únicos, nos convierten casi en dioses, y ambas adquieren perfiles muy especiales en estas fechas de regalos. El agradecimiento y el perdón son los mejores obsequios que podemos ofrecer y también los más sabrosos cuando se reciben, los que más alegría producen, los que más nos descansan. Porque siempre hay motivo para perdonar y para que nos perdonen, para agradecer y para que nos agradezcan. Y si no damos con esos motivos, entonces algo no funciona bien. El rencor, la venganza, la ingratitud tienen, por el contrario, una increíble capacidad de estropear cualquier fiesta, pero se manifiestan con particular crudeza si comparecen en Navidad.

En una sociedad en la que crece todos los años el número de personas solas, repunta el riesgo de soledad navideña, particularmente cruel porque se sienten como en ninguna otra época del año todas las ausencias, sobre todo las de los más queridos. Y entonces las luces y los villancicos, los árboles y las estrellas, y el portal de Belén con su Niño y sus pastores pueden actuar como un lenitivo o como un irritante, según lo que signifiquen para cada cual.

Por eso les deseo una Navidad muy feliz, muy serena, de mucho agradecer y de mucho perdonar, ojalá correspondidos con el agradecimiento y el perdón de los demás. Les deseo una Navidad muy acompañada y llena de bendiciones. Aprovecho, como decía, para dar las gracias y pedir perdón, especialmente por tantísimos favores que habré recibido sin darme cuenta y por tantísimos agravios que habré cometido sin querer.