Ábalos sí que sabe

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

15 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

José Luis Ábalos, el ministro de la cosa esa de Fomento, es un político de larga experiencia y, por tanto, de lo más profesional. Lleva 35 de sus 59 años desempeñando cargos de jefe de gabinete, responsable de programas y asesorías varias. Y como político de larga trayectoria conoce la necesidad de que el Estado mantenga sus arcas a rebosar.

Por eso el ministro Ábalos, como buen demócrata, acaba de hacernos partícipes de uno de los problemas que le quita el sueño, invitándonos a reflexionar sobre la «sostenibilidad de la red de carreteras». Y a nada que reflexionemos nos damos cuenta de lo mucho que nos cuestan nuestras calzadas. Cierto que ya pagamos el impuesto de circulación, el de los combustibles, el de los coches; en fin una serie larga, pero eso no llega a nada para hacer frente al mantenimiento de las vías que se construyeron con nuestros ahorros. Y es que disponer de autopistas y autovías requiere un esfuerzo económico importante porque las cifras también lo son.

Veamos algunas. Rescatar las nueve autopistas quebradas nos sale por más de 7.000 millones de euros que es lo que se invirtió en su expropiación y construcción. Hay tramos de vías cuyo precio final se dispararon, es un decir, en un 1.036 %. Otros pasaron de los 121 millones iniciales a los 1.127 y de 101 a los 951 millones. En los túneles de la M-30, obra emblemática de Ruiz Gallardón, se nos fueron 9.400 millones, un poco más de los 1.700 previstos inicialmente y que es verdad que son prácticamente el doble de la ampliación del Canal de Panamá que supuso 4.844 millones. Pero qué bien y qué bonita nos quedó la circunvalación de Madrid, recordman mundial además en atascos.

En fin, que al ministro Ábalos le asiste la razón en su planteamiento porque el mantenimiento de nuestras vías es costosísimo. Se llevan 11.000 millones al año. Que es un pastón aunque sea menos de la cuarta parte de lo que nos roban con la corrupción. Así que desde ahora mismo cedo al ministro Ábalos los 858,922052 euros que pongo anualmente de mis ahorros para los desmanes de estos señoritos.