El beso

OPINIÓN

25 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Uno de los sospechosos del asesinato del periodista Jamal Khashoggi es Salah Mohammed al-Tubaigy, médico saudí. Parece que fue el responsable directo de cortarlo en trozos estando todavía vivo, puede que incluso farmacológicamente paralizado pero con conciencia, matándolo así de forma extraordinariamente cruel. Creo que la profesión médica debe manifestarse ante este hecho tan grave y escandaloso.

También conocíamos el caso de un cirujano y su novia, acusados de drogar y agredir sexualmente a numerosas mujeres en California. Comenzó en Suecia el juicio contra un pediatra español acusado de abuso sexual a 52 niños. Además, un juez norteamericano confirmó que las víctimas de abuso sexual de Larry Nassar, el reputado médico de la Federación de Gimnasia, son 265. Pero, de la misma manera que los casos de abuso sexual cometidos por sacerdotes no me llevan a hacer generalizaciones simplistas e injustas, tampoco ahora las hago. Puedo afirmar que son infinitamente más los médicos que hacen bien su trabajo. Por eso prefiero quedarme con la escena a la que asistí, en la que un oncólogo se despidió de su paciente agonizante con un beso y una caricia.