La culpa no es de Alcoa

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto Sánchez Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

MARCOS MÍGUEZ

20 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No escarmentamos. Tenemos que ser más cuidadosos con los dineros públicos y no dilapidarlos. Entregamos mil millones de euros en diez años a Alcoa y ahora dice que levanta el vuelo y que deja a más de 700 trabajadores en la calle, la mayoría en A Coruña. Y le han entrado las prisas por irse porque como organiza un zapateado cada dos años, tras los de 2014 y 2016, que le salieron a pedir de boca, ya le tocaba uno nuevo. Con Alcoa ocurre lo que con la planta de Vestas en León. Que también fue regada con dinero público y un buen día dijo que se iba; porque se están utilizando nuestros ahorros sin control. Sin exigir nada a cambio. Por ejemplo, hace tiempo que el grupo dejó de invertir en renovar la factoría de A Coruña y nadie les obligó a hacerlo, pese a las ayudas que fue recibiendo. Ahora alega una tecnología desfasada que lleva a una pérdida de competitividad, además, naturalmente, del elevado precio de la energía, que es el asunto recurrente, y los elevados costes fijos. Como si estos no fueran problemas de su incumbencia y su solución estuviera en nuestro tejado. Lo de la tarifa eléctrica habrá que dejarlo para mejor ocasión porque las empresas vascas se van a beneficiar de la rebaja aprobada por Bruselas, mientras nuestra Xunta no la considera necesaria, quizás por estar en un país excedente de esta energía. Pero sí es cierto que Alcoa la tiene como comodín para sus exigencias y que hasta el momento los unos y los otros, han cedido a los chantajes beneficiando a quienes no muestran interés alguno por permanecer en estos lugares.

Ahora todos cargarán contra Alcoa y la harán única responsable del desaguisado. Pero los responsables de llegar a esta situación son también quienes le han entregado mil millones sin control alguno y sin exigir nada a cambio. Los ciudadanos pagamos más cara la energía para que Alcoa se beneficiase, recogiera beneficios a manos llenas, y sus señorías se hicieran las fotos de rigor. Y ahora que vienen mal dadas todos son lamentos. Porque quienes tenían que controlar a dónde iban nuestros ahorros, no lo hicieron.

Los responsables de llegar a esta situación son también quienes le han entregado mil millones sin control y sin exigir nada a cambio