El regreso de Bloomberg

Carlos G. Reigosa
Carlos G. Reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

19 oct 2018 . Actualizado a las 17:36 h.

No es una buena noticia para el presidente Donald Trump que el empresario Michael Bloomberg, exalcalde de Nueva York, haya anunciado su retorno al Partido Demócrata para «ayudar a aportar los controles y el equilibrio que nuestra nación necesita». Pero es una buena noticia para el mundo entero, porque Bloomberg representa el equilibrio, la sensatez y la tenacidad que hoy día tanto escasean. Puede ser, sin duda, un formidable candidato para los demócratas, hoy bastante desangelados.

En diciembre de 1993 pasé un día entero con Bloomberg en Madrid, cuando vino para lanzar -y lanzó- el servicio televisivo de mercados financieros, materias primas y noticias que lleva su nombre. Durante la comida, muy relajada, hizo varias confesiones que retratan su carácter: «Yo se lo debo todo a la banca Salomon Brothers. Le debo y le agradezco que me contratase y que, años después, me despidiese. Si no hubiese sido así, lo más seguro es que hoy no existiese la empresa Bloomberg. L.P.»

Contó que cuando salió de Salomon Brothers se dio cuenta de que tenía dos opciones en la vida: retirarse con la buena indemnización que le había correspondido o demostrar que sus ideas sobre el gran valor potencial de la tecnología informática para organizar las cotizaciones y análisis financieros en Wall Street eran las buenas y que se habían equivocado al desprenderse de él. Luchó sin descanso, buscó dinero, convenció a muchos y en 1981 fundó la exitosa agencia de noticias económicas Bloomberg.

Su fe en la importancia de las tecnologías no le impedía afirmar que estas en ningún caso podían sustituir la creatividad y las relaciones personales. «No hay forma de sustituir con tecnología la inteligencia, el instinto para asumir riesgos, las relaciones de confianza y las capacidades de un buen gestor», decía. Volví a verlo en octubre de 1997. Había triunfado y ya vislumbraba un nuevo horizonte. Después del atentado del 11-S (2001), logró vencer al favorito Rudolph Juliani y consiguió la alcaldía de Nueva York. Cuatro años después renovó el cargo por mayoría absoluta y se puso el sueldo de un dólar al año. No, Trump no está de enhorabuena. Porque Bloomberg es un ganador.