Pablo Echenique es el dirigente de Podemos que tenía contratado de modo fraudulento a su asistente personal. No lo digo yo, sino la Seguridad Social. Y es también el célebre jerarca de la izquierda que ha sentenciado que el PP ostenta «una mayoría absoluta espuria que no se corresponde» con su fuerza electoral. Y se ha quedado tan a gusto. Un insulto dirigido a todos los demócratas que no comulgamos ni con Podemos, ni con los nacionalistas, ni con este socialismo de saldo, que gobierna España entre la vergüenza y la constante afrenta a la ciudadanía sensata, incluidos aquellos que algún día se declararon socialistas. Y remarco lo de ciudadanía sensata porque quiero imaginar que los socialistas de Felipe no eran como estos de Zapatero y Sánchez. Aunque ha llegado el momento en que todo lo dudo. El PSOE no puede estar en manos de aquellos que hoy dicen una cosa y mañana la contraria (emigración ilegal), que se dejan mangonear por Podemos (RTVE) o que han hecho de la demagogia su credo (desentierran a Franco de modo «urgente» los mismos que gobernaron España durante 22 años). El PSOE va contra todos aquellos que no piensan en clave socialista. Digo subir impuestos, igualar por abajo y subvencionar lo subvencionable: de los bebés de cuna rica, idea notable de ZP, a los «refugiados», que en Valencia cobran más que los que han pasado media vida pagando impuestos. Y ahora, el PSOE, navega también contra la Constitución. Adriana Lastra, señora de alta alcurnia intelectual, es portavoz socialista en el Congreso. La pasada semana profirió una de las frases más graves que recuerdo desde que tengo uso de razón: «Es antidemocrático que el Senado tenga poder de veto sobre una decisión que ha tomado el Congreso, que es donde reside la soberanía nacional». La señora Lastra se ha cargado el principio de soberanía nacional, que descansa en los representantes del pueblo, es decir, el Congreso y el Senado. Pero es que en el Senado tiene mayoría absoluta el PP. Es «espuria», falsa e ilegítima. Lo dice por pasiva Adriana Lastra y por activa el defraudador de la Seguridad Social que nos da lecciones de moral día sí y día también. Este es el epítome: solo son democráticas y legítimas las mayorías de la izquierda.
Concluyo. En Galicia hemos votado los 16 años de mayorías absolutas de Fraga, y no eran democráticas. Las tres, de momento, de Feijoo, y tampoco lo son. La democracia es cargarse la ley vía decreto, como hace este PSOE que gobierna con 84 diputados. Sin sonrojarse, que allí donde el PP ha ganado es «espurio», falso. Que estas cosas puedan proclamarse en esta España casquivana, y atrozmente vulgar, ya no me sorprende. Lo que me irrita es que nos den lecciones de moral Echenique y Lastra. Hasta ahí podíamos llegar.