Cowboy Rajoy

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa CON LETRA DEL NUEVE

OPINIÓN

SUSANA VERA

05 may 2018 . Actualizado a las 09:31 h.

Los que no entienden los wésterns se creen que estas pelis van de pegar tiros y hablan del Salvaje Oeste con desprecio. Pero los grandes wésterns de la historia son una defensa sin paliativos de la justicia frente a todo tipo de abusos. Son la crónica de la lucha de los humildes contra los poderosos, los forajidos, los terratenientes, los grandes ganaderos y los caciques, que pisotean la ley, la compran o la liquidan.

Cuentan que Howard Hawks rodó Río Bravo en respuesta a Solo ante el peligro, porque le había molestado que Gary Cooper pidiese auxilio a sus vecinos para resolver sus problemas, cuando lo que tiene que hacer un auténtico sheriff es enfrentarse a pecho descubierto a sus obligaciones. Es lo que hace John Wayne en Río Bravo, con la única ayuda de un borrachín, un vejete, una tahúr y un cantante.

Tal vez el problema de Rajoy es que ha visto demasiado fútbol y pocos wésterns y por eso ignora las graves consecuencias de subcontratar a terceros -a Draghi, al Constitucional o a las cámaras de vigilancia del Eroski- para que hagan su trabajo. Cuando en el Oeste había un alboroto y el sheriff no ponía orden a las primeras de cambio, los lugareños metían sus trastos en el carromato y se largaban con la música a otra parte, porque eran conscientes de que la parsimonia o la debilidad del representante de la ley es un goloso cebo para los malhechores, que suelen invadir el pueblo en el mismo momento en que comprueban que la estrella pesa demasiado en la pechera del alguacil.

Por eso algún día -ya va teniendo una edad- Rajoy tendrá que decidir si quiere ser John Wayne en Río Bravo, Gary Cooper en Solo ante el peligro o Andy Devine, el gordito y bondadoso -pero inexistente- marshal de Shinbone en El hombre que mató a Liberty Valance.