Violencia es quebrar la voluntad de una persona. Violencia es esnaquizar la voluntad de esa persona. Cosificarla. Y utilizarla sin que esa persona sea capaz de reaccionar. La Justicia es humana y debe adaptarse a la ley. Por supuesto. Y esa adaptación a la ley, esos matices de los que están llenas todas las sentencias, porque, en efecto, la Justicia es humana y la aplican jueces que son personas, además de expertos juristas, son los que han creado el lío en el que estamos. No podemos dejar el sexo, mujer o hombre, de lado. Una vez más la víctima es mujer. Pero piensen en que a un hombre lo llevan a un portal cinco hombres y se dedican a penetrarlo, ¿es violencia esa situación? No es solo un problema de fuerza física. Que también. No. Una persona rodeada por cinco en un lugar pequeño puede optar por abandonarse para no sufrir más daños que los que por desgracia ya jamás olvidará. Eso son los matices que borraron dos de los jueces, del otro ni hablar. La ley hay que interpretarla y no cabía más interpretación que la chica fue rodeada, despojada de su condición de ser humano por un grupo que, con su apodo, todo lo dice y lo subraya: La Manada. Apodo también violento. Los jueces no necesitaban buscar golpes, codazos, sangre, una probable muerte. A veces el cadáver ya es un cadáver, aunque siga vivo. Los que han sufrido abusos saben de lo que hablo. El abuso, la agresión te despoja de ti. Te rompe por dentro. Te convierte en objeto. Y ser un objeto para cinco individuos es violencia sin necesidad de golpes. Lo peor de todo es para la chica. Lo peor es para todas las mujeres que seguirán sintiendo miedo. Pero encima es que un grupo de individuos que actuaron así, coordinados, con vídeos, con ese apodo, estarán libres y ¿quién se atreve a decir que no repetirán? Esa forma de estar con una mujer es tan absurda. ¿De dónde les viene la excitación? ¿Qué placer se puede encontrar sin un sí, sin un acuerdo, sin las caricias, sin sentir? El fallo falló. El fallo erró. Y de qué manera. No se trata de cambiar las leyes. De qué sirve mudar la piel de las leyes si luego las aplica una justicia patriarcal de manera fatal. Esperemos que el recurso redefina cinco contra uno como violencia. Hay que ir más allá. Se trata de cambiar cerebros. De reeducar a tantos hombres. Una relación es un acuerdo. Un sí es un sí. Un no es un no. Sin matices. No estás diciendo que sí cuando cinco hombres abusan de ti. Te están agrediendo. Hay violencia. Es violento. Te violentan. Te violan.