Superjurados

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

25 abr 2018 . Actualizado a las 07:19 h.

Como si se tratara del prólogo de una película de acción, el domingo arrancó una nueva edición de MasterChef, ya la sexta, con los miembros del jurado dejando claro quiénes son allí los verdaderos protagonistas. Pepe, Jordi y Samantha, acompañados por el chef Quique Dacosta, se dirigieron a las pruebas de cásting del primer programa como chefs 007, primero en limusina y después en helicóptero, para empezar a demostrar a los aspirantes quién corta el bacalao.

Mientras, se repasaban en imágenes sus mejores intervenciones y sus amonestaciones más sonadas de episodios anteriores, la salsa del programa.

Con cada temporada que pasa, los concursos de talentos tienen que competir contra la esencia repetitiva de su propia mecánica. La misma necesidad de reeditar la fórmula de su éxito los obliga a buscar nuevas vueltas de tuerca para esquivar la monotonía.

Por esa misma razón, La Voz Kids colocó el lunes frente al escenario una cuarta silla roja y recuperó a mitad de temporada a David Bisbal, juez otros años y ahora convertido en un súper coach sorpresa dotado de poderes especiales. Se trata de darle un nuevo de impulso a un formato que pierde emoción una vez que concluyen las audiciones a ciegas, pero que con la telegenia de David Bisbal y su empatía con los niños volvió a hacer brotar la lágrima.