De Tokio a Berlín

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

22 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Sus nombres eran un presagio de todo lo que estaba por venir. De Berlín a Tokio, de Río a Moscú, La casa de papel ya parecía predestinada, desde los apelativos mismos de sus personajes, a dar al vuelta al mundo de pantalla en pantalla. Después de pasar de forma moderadamente discreta por Antena 3, ahora la serie protagonizada por el actor gallego Pedro Alonso se ha convertido en un éxito internacional que traspasa paralelos y meridianos y es ya la ficción no inglesa más vista de Netflix. En esta plataforma, el público puede consumir capítulos a su antojo, sin reservas horarias ni cortes publicitarios, a cambio, eso sí, de una cuota mensual.

La llegada de las nuevas plataformas está favoreciendo una globalización audiovisual que hasta ahora tan solo conocían los productos americanos casi en exclusiva. Antes la fama de un actor de televisión español solía terminar allí donde acababa la cobertura de las cadenas nacionales. Hoy las buenas historias como La casa de papel pueden ser reconocidas por los gigantes internacionales, que incluso los contratan para ampliar temporadas, y los actores suman seguidores en todo el mundo. En vista del éxito, Atresmedia, a través del canal Atreseries, le da una nueva oportunidad en abierto que calibrará de nuevo la respuesta del público español.