Blanqueado del populismo

OPINIÓN

05 mar 2018 . Actualizado a las 08:11 h.

Estabilidad. Es lo único que pide Bruselas tras los comicios italianos, ya que existe el temor latente a que la próxima crisis sorprenda a la UE con los deberes sin hacer. La Unión Bancaria sigue incompleta y el reequilibrio de fuerzas tras la salida del Reino Unido son dos desafíos que exigen contar con Gobiernos estables en sus principales potencias. Alemania ya tiene solucionado el papel por otros cuatro años y Macron en Francia mantiene a raya las pulsiones de la ultraderecha, pero ¿Italia? El país alpino es el campeón histórico de la inestabilidad. Han llegado a contar con más de 63 Ejecutivos en los últimos 71 años. Para evitar un nuevo período de turbulencias, la UE ha decido apostar por el «peor de los males»: apoyar a una coalición de derechas entre la Fuerza Nueva de Berlusconi, el mismo que calificó de «kapo» al expresidente de la Eurocámara, Martin Schulz, y la ultraderechista Liga Norte de Matteo Salvini. Ambos partidos fueron tachados de «populistas» por altos cargos europeos que hoy celebran la «rehabilitación» del ex Cavaliere. La campaña de blanqueo de la derecha populista italiana ha situado a las instituciones europeas frente a sus contradicciones y puesto en entredicho su ya minada credibilidad. «¡Qué placer! Estás en tu casa, Silvio», llegó a dedicarle Juncker. El presidente de la Comisión Europea alberga la esperanza de que la derecha pueda frenar a los antisistemas del Cinco Estrellas, dotar a Italia de estabilidad y neutralizar la eurofobia de la Liga Norte con las riendas en manos del moderado candidato de Berlusconi, Antonio Tajani.