El teatrillo de «OT»

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

17 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No había redes sociales cuando Rosa, Bisbal y Chenoa escribieron a fuego sus nombres en la historia de la televisión. Es imposible saber qué habría ocurrido si aquel tsunami de la primera Operación triunfo hubiese permitido que los espectadores interactuaran con sus ídolos y hubiese ofrecido ese canal 24 horas en YouTube que ha convertido a los concursantes en una pandilla de gente maja, «un ejemplo a seguir para mucha gente», como les advirtieron el lunes.

OT ha aprovechado la tecnología para acercar a los jóvenes un fenómeno veterano y, de paso, tomar distancia de los preceptos del reality. Una de sus aportaciones es la manera en que ha reinventado el post-partido, esos debates en los que la telerrealidad comenta las jugadas y disecciona los higadillos de los participantes. OT ha optado por el humor y el teatrillo dicharachero de El chat, un late-night que se emite de madrugada tras la gala de los lunes para rebajar tensiones y despedir al expulsado de puertas adentro. Es una fiesta de fin de curso que una semana incluye actuaciones de Disney y otra, una sesión temática de Juego de tronos con coronación de los finalistas, como ocurrió después de la lacrimógena gala de esta semana. Su otra misión es mostrar a los concursantes mensajes del público para que vayan tomando conciencia gradualmente del fenómeno que se ha generado, de nuevo, en el mundo exterior.