Los drones van más rápido que la ley

Manuel Luis Casalderrey RINCÓN ABIERTO

OPINIÓN

04 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay cosas insospechadas que se cuelan en nuestras vidas y acaban siendo imprescindibles. El caso más claro es el de los teléfonos móviles. Sin ellos ya no sabríamos vivir. La irrupción de los drones en el panorama tecnológico y social acabará por ocupar un lugar importante en nuestra cotidianidad. Sus precios han disminuido de tal manera que se pueden encontrar por 21 euros. Seguro que se regalarán drones en estas fechas festivas. Los drones tienen un amplio espectro de aplicaciones. Además del mero pasatiempo de guiarlos por el entorno próximo, se usan para detectar incendios, transportar medicinas, grabar películas, avisar de la presencia de tiburones en la playa, rescatar personas, vigilar la fauna salvaje, suplir a camareros en bares y restaurantes, fumigar campos, hallar restos arqueológicos, inspeccionar muros de presas o líneas de alta tensión, etcétera. Su punto débil son sus baterías, que todavía proporcionan tiempos de vuelo limitados. La legislación sobre drones va a remolque de su desarrollo. La que había se ha actualizado recientemente. Los drones ya pueden volar sobre núcleos de población y sobre reuniones de personas. También pueden volar de noche; hasta ahora no estaba permitido. Surgirán nuevos problemas y de nuevo habrá que actualizar la legislación.

La irrupción de los drones en el panorama tecnológico y social acabará por ocupar un lugar importante en nuestra vida cotidiana