CHARLES PLATIAU | Reuters

31 oct 2017 . Actualizado a las 10:55 h.

Ada Colau, perpleja, no sabe si Puigdemont es su presidente o el de la peña del Girona. Puso las urnas y su propio voto, pero desconoce si hay en Cataluña una república o una oligarquía, aunque está segura de que los de las banderas españolas son los del 155.

Pablo Iglesias aplica su 155 a la marca catalana de Podemos porque se le va de las manos con tanto indepe.

Josep Rull se hace una foto matinal en su despacho en plan «aquí no pasa nada» y, tras la visita de los mossos, dice que continúa con su agenda... en cualquier otra parte.

Puigdemont se fuga a Bélgica, busca la ayuda de la ultraderecha flamenca y contrata a un antiguo abogado de ETA.

Carme Forcadell, alias «el Parlament no dará un paso atrás», da por disuelto el Parlament.

La Fiscalía envía el archivo sobre las querellas de Puigdemont y compañía con el encabezamiento: «Más dura será la caída».

Oriol Junqueras resiste 35 minutos en su despacho y se va, que tiene entrevista en TV3 y necesita decir que «el 21D es una oportunidad».

La ANC convoca una botifarrada por los Jordis y se le rebelan los separatistas veganos.

Y Gila y Berlanga, los pobres, revolviéndose en su tumbas.