¿Dónde está Wally?

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

03 oct 2017 . Actualizado a las 07:44 h.

Dicen desde Cataluña: el curso de los ríos no se cambia. O es lo que quieren dar a entender en su delirio de independencia sin legalidad y de irreal mandato de un referendo fraudulento se mire por donde se admire. Responden desde Madrid: la montaña de la ley es inamovible. Si la montaña no va a ir a Mahoma, Mahoma es el que tiene que ir a la montaña, porque está obligado por la Constitución y su propio Estatut. Así estamos. Con dos planteamientos, con dos bandos, claramente enfrentados, que primero no tenían intención de dialogar y ahora solo amagarán, y poco, en dialogar de espaldas. Un imposible. La estrategia básica, lo sabe cualquier abogado de una negociación, es la renuncia. Sin voluntad de renuncia no se da ni un paso. Es cierto que Rajoy desde la montaña de la ley y desde el Estado de la Constitución no puede convertir cartas magnas en papel mojado y menos después de cruzar líneas tan rojas. Pero la política es voluntad de acordar y, sobre ese genérico, el campo debería ser amplio. Mariano Rajoy, que lleva toda la vida en política, va a tener que remangarse por primera vez si quiere salir de esta. Verdad que el otro bando solo atiende a su sueño. Si no es un invento que el president de la Generalitat se escondió en un túnel para cambiar de vehículo y burlar así al helicóptero de la policía que lo seguía en su camino hacia donde iba a votar, qué se puede esperar de diálogo y renuncia. Estamos en el siglo XXI y parece que hemos retrocedido a las sombras engañosas de la caverna de Platón. La información excitada e instantánea (han vuelto a ganar los independentistas en el abuso de las redes) exacerba a los ciudadanos y lleva a los políticos a lo peor: a mentir en vez de hablar, a farolear sin sonrojarse. A todos. Solo piensan en la tajada. Y así estamos. Golpeados todos. Me gustaría saber cómo en el famoso cómic de ¿Dónde está Wally?: ¿dónde encontramos aquí al sensato que pare este disparate?