Son marca España

Miguel Anxo Fernández TRIBUNA

OPINIÓN

18 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Asumiendo que en esta preselección suelen ganar los que mejor se mueven -la modesta Avalon, la influyente Atresmedia y el poderoso Cerezo, las productoras asociadas escogidas-, los aspirantes a la fase previa para la selección final al Óscar, no pasarán la criba final porque nuestra cosecha 2017 no se ajusta a los parámetros de acceso a Hollywood. Pero son notables a su manera, aunque por distintas razones. Celebremos que dos de sus autores son debutantes y no están en la élite local, y lamentemos que sus cifras en taquilla no sean como para botar de alegría en cuanto a recogida de beneficios. Tampoco la crítica arrojó rosas a su paso, a excepción de Verano 1993, la mejor ajustada bajo la óptica autoral. Carla Simón, recién entrada en los 30, formada en Los Ángeles y Londres, tira de dramática memoria personal para recrear sobre guion propio, aquel verano con la muerte de su madre muy reciente a causa del sida. Bajo presupuesto, rodaje en catalán y premios en festivales a la espera de golpear en los próximos Goya. El también publicista Pablo Berger, fogueado en Nueva York, no es un desconocido pero sí de trayectoria corta, aunque interesante. En el 2012 barrió en los Goya con su segundo filme, Blancanieves, y ahora recupera a Maribel Verdú para Abracadabra, comedia negra, costumbrista y algo disparatada. Para el final, Salvador Calvo, muy fogueado en ficción televisiva desde hace más de una década, que debuta en pantalla grande con 1898: los últimos de Filipinas, producto tan correcto como antiguo, pese a su eficacia como espectáculo. Ahora mismo, son marca España en cuanto cine.