¿Paga usted pocos impuestos?

Fernando Salgado
Fernando Salgado LA QUILLA

OPINIÓN

Juan Carlos Hidalgo | Efe

06 jul 2017 . Actualizado a las 08:27 h.

El secretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya, ha salido a la palestra a defender a su ministro, el réprobo Cristóbal Montoro. Y desliza en su alegato una frase, nada nueva ni original, pero que sigue produciéndome urticaria cada vez que la oigo: «La presión fiscal en España está en un nivel medio-bajo respecto a Europa». Es decir, pagamos menos impuestos que nuestros vecinos. Afirmación irritante porque utiliza con ánimo de engañar -animus decipiendi- el concepto de presión fiscal: el porcentaje de ingresos públicos con respecto al PIB. Este baremo solo nos dice que España paga menos impuestos que Francia o Alemania, pero oculta que la factura fiscal de la mayoría de españoles -los asalariados, desde luego- es tan abultada como la de franceses y alemanes. Ya lo escribí alguna vez: los trabajadores pagan como los que más y el Estado recauda como los que menos. Tenemos impuestos de primera e ingresos de segunda.

La demostración es fácil. El contribuyente en España aporta a la Hacienda pública el 37,9 % de la riqueza que genera cada año (PIB), según datos de Eurostat referidos al año pasado. Esa es la presión fiscal de marras, inferior en más de ocho puntos a la media de la eurozona. Cualquier trabajador español por cuenta ajena rebasa esa contribución antes incluso de que cobre su nómina en el banco: los impuestos al trabajo se apresuran a sustraerle el 40 % de su remuneración bruta. Hagamos las cuentas para un asalariado medio que llamaremos Juan Español.

Juan Español gana 23.106,30 euros al año, según la encuesta anual de estructura salarial. Redondeando al alza, doce pagas de 2.000 euros al mes. Pero 800 de esos dos mil euros nunca llegarán a su bolsillo: 240 se los retendrá Montoro en concepto de IRPF y los otros 560 viajan directamente desde la empresa a las arcas de la Seguridad Social, que buena falta le hacen. Así pues, Juan Español percibe 1.200 euros al mes en términos netos. Obsérvese que si España toda hiciese un esfuerzo similar al suyo, la presión fiscal ya se encontraría dos puntos por encima del «nivel medio-bajo» al que se refiere Fernández de Moya.

Pero aún hay más. Juan Español seguirá pagando impuestos con sus magros 1.200 euros. Esta vez se llaman IVA, impuestos especiales sobre la gasolina, alcohol o tabaco, tributos municipales como el IBI... ¿A cuánto asciende el pellizco? Puesto que la imposición indirecta representa sobre un 20 % del consumo, al gastar el sueldo dejará en las arcas públicas otros 240 euros. En total, más de la mitad de su salario bruto -52 %- se le va a Juan Español en impuestos. ¿Nivel medio-bajo con respecto a Jean Français o Johannes Deutsch? No se lo cree ni Fernández de Moya.

Que Juan Español contribuya con un 52 % y España en su conjunto con solo un 37,9 % prueba la radical injusticia del sistema fiscal. Impuestos de talla europea para los asalariados, impuestos liliputienses para las rentas de capital, impuestos flexibles para profesionales espabilados e impuestos cero para una legión de defraudadores.