Tres malos que no lo son

Manuel Luis Casalderrey
Manuel L. Casalderrey RINCÓN ABIERTO

OPINIÓN

07 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En nuestro mundo hay tres famosos malos que en realidad no lo son. Veamos.

Uno: colesterol. Es falsa la afirmación «no tengo colesterol». Todos los animales superiores lo tienen porque lo necesitan para el correcto funcionamiento de su cuerpo. El colesterol forma parte de la membrana de las células, es el componente básico de las sales biliares que ayudan a la digestión de las grasas, interviene en la producción de hormonas esteroides, etcétera. Los problemas surgen cuando hay exceso de colesterol en la sangre, ya que puede depositarse en los vasos sanguíneos, reduciendo su diámetro y propiciando enfermedades cardiovasculares.

Dos: efecto invernadero. El efecto invernadero es imprescindible para mantener la vida en el planeta Tierra. Sin él se producirían oscilaciones térmicas muy elevadas que afectarían seriamente a personas, animales y plantas. La energía del Sol calienta la superficie de la Tierra: una parte de esa energía es devuelta al espacio y otra se ve reflejada hacia la Tierra, lo mismo que ocurre en los invernaderos. El exceso de efecto invernadero es el que crea problemas.

Tres: contaminación atmosférica. Está provocada por las partículas en suspensión procedentes de combustiones de muy diversos orígenes. La contaminación es mala. Pero sin un mínimo de partículas en suspensión (polvo, carbonilla, pólenes) que actúan como núcleos en suspensión, sería muy difícil que se formasen las microgotas que se van a convertir en lluvia. Llueve porque el aire está ligeramente contaminado.