Héroe a la vista

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés OTRAS LETRAS

OPINIÓN

19 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Todavía había que preguntarle por su aspecto físico. Aquel guapíííísimo que le había dedicado Esperanza Aguirre aún resonaba y no había perfil sobre su persona que no se detuviese en su complexión armoniosa o la inclinación precisa de su sonrisa. 

-¿Qué le parece que se hable tanto de su aspecto?, le inquirió la periodista en aquella primera época. Y con la misma serenidad con la que se había manejado hasta entonces, sentenció:

-Me es inverosímil.

Si se es de una intransigencia brutal pero razonada con las pifias gramaticales se entenderá la desolación que provocó aquella borricada. Aunque en el fondo encajaba con un político que exudaba banalidad en un tiempo histórico más adecuado para las hienas que para los cachorros. Todo a su alrededor parecía provisional e intrascendente, como si estuviese resbalando en hielo. Su partido era el primero que fomentaba esa estampa de turista accidental que te impedía verlo en la escena más allá del siguiente bofetón electoral que ya dabas por hecho iba a recibir aquel proyecto político deslavazado. Inexplicablemente se consideraba a Susana Díaz la alternativa sólida, lo que en el fondo no era más que una evidencia cruel del tamaño de la crisis del PSOE. Por aquellos días, la andaluza apostilló con displicencia:

-No vale pero nos vale.

Y todo así hasta la traca final del comité federal. González y su vergonzoso Grandola convocando a la insurrección conservadora y toda aquella representación de un partido devorándose en la plaza. Tal fue la brutalidad de la refriega que nadie se percató de que estaban convirtiendo a un político mediocre en un héroe. Porque así miran hoy para Pedro Sánchez muchos socialistas.