Los estibadores

Eduardo Riestra
Eduardo Riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

19 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En La ley del silencio, película dirigida por Elia Kazán en 1954, se describe un sindicato de estibadores mafioso que acorrala a Marlon Brando en los muelles de Nueva York, donde tantos gallegos trabajaron. Se trata de una cinta sórdida y controvertida con un alarde de actuación de quien acabó interpretando a Corleone. En ella, hay quien dice que Kazán carga las tintas contra los comunistas para justificar sus delaciones ante McCarthy. Que los sindicatos de estibadores no hayan evolucionado desde los años cincuenta es algo sabido desde siempre. Que, por ejemplo sus empleos son hereditarios, como ese de jefe del Estado del que se queja tanto la izquierda -probablemente también muchos de ellos- es algo asumido por la Administración, los empresarios y las centrales sindicales, que miran desde siempre hacia otro lado. Porque si un estibador estornuda, se paraliza el puerto de Barcelona. Es cierto que la jefatura del Estado nos afecta más que la descarga de unos contenedores, y por eso apenas nos interesa ese asunto. Pero deja en evidencia que la clase trabajadora, en algunas circunstancias, es en realidad una oligarquía egoísta e insolidaria, y que el verdadero proletariado del siglo XXI -los inmigrantes, los desempleados, los becarios, los que cobran el salario mínimo, muchos autónomos- les importa un pepino. Sigan ustedes de cerca el conflicto que se está destapando estos días y verán como rápidamente se vuelve a tapar, y ¡quítate de delante de la tele que ya empieza el partido de fútbol!