La paradoja gallega

Jaime Miquel
Jaime Miquel AL DÍA

OPINIÓN

07 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La encuesta de Sondaxe de finales de agosto nos dijo que el PP (37 escaños), está solo ante el peligro, que es perder Galicia a manos de En Marea (18), el PSdeG-PSOE (15) y el BNG (5), porque pactarían un Gobierno como el valenciano o el balear pero al revés, liderado por En Marea y apoyado por los socialistas. ¿Y Ciudadanos? Era razonable suponer un resultado mínimo de Ciudadanos del entorno del 5 % y dos escaños en las elecciones autonómicas de Galicia, porque consiguieron 148.852 votos el 20D y 135.125 el 26J, registros equivalentes a seis diputados autonómicos. Sin embargo, Sondaxe estimó este partido en el 2 %, un resultado marginal y parecido al de UPyD en el año 2012 (1,5 %).

Lo que tenga que suceder en España se perfilará en Galicia, una comunidad autónoma que suele concretar sus resultados electorales en la raya donde cambia el significado político. Si Feijoo alcanza la mayoría absoluta y Ciudadanos es extraparlamentario, el sistema político-mediático reforzará las posibilidades del PP en las más que probables terceras elecciones. Si los de Rivera consiguen representación, impondrán condiciones para investir a Feijoo, y como en los casos de Cristina Cifuentes o de Mariano Rajoy, el foco mediático se fijaría en su formación y esto facilitaría el regreso de los votantes que reforzaron al PP el 26J, así como la incorporación de otros del lado derecho.

Pensando en las terceras elecciones, si Feijoo pierde Galicia la situación sería, paradójicamente, ventajosa para el PP en España. La estrategia ganadora de los populares es aquella en la que conservan la iniciativa hasta la celebración de los comicios navideños: salir derrotados y volver a intentarlo tantas veces como haga falta, para impedir así otras derrotas y otras responsabilidades; solo un fracaso, el de Rajoy con 170 escaños, y solo un responsable, el PSOE. Si el PP conserva Galicia, reemplazar a Rajoy no es posible sin producir una crisis, pero si la pierden, la crisis se formaliza y la ocasión la pintan calva. Porque deben ser conscientes de que su resultado del 26J contiene un millón de votos de refuerzo que ya no existe, aquellos que consideran convenientes la actitud y las condiciones de Ciudadanos, al tiempo que inaceptable la trayectoria de Rajoy durante estos últimos meses.

Esto lo resolverían con Soraya Sáenz de Santamaría, la candidata exacta del PP si se convocan las terceras elecciones. Para obtener menos votos que el 26J, porque la desmovilización es imparable, pero muchos más de los que tendría Rajoy en los comicios navideños. Si votamos tres veces para elegir lo mismo es que somos muy burros, los representantes y nosotros, las personas corrientes. Ellos por no ponerse de acuerdo y nosotros por no obligarles, porque llevamos casi un año comentando la jugada como quien mira el fútbol, y ya está bien. Si no somos capaces de formar un Gobierno en España en un tiempo que ya no es razonable y que casi no existe, se objetivaría otro problema que es más grave, y es que no somos demócratas.