Estos primerizos que se creen la «prima donna»

OPINIÓN

28 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Con el acuerdo entre PP, Ciudadanos, PNV, CC y la mano tendida de CDC en la formación de las mesas del Congreso y del Senado, las cortapisas para que Mariano Rajoy consiguiera mayoría de síes en la segunda votación de investidura estaban más cerca de levantarse, pero el PP olvidó el dicho de quien con niños se acuesta, mojado se levanta, y al día siguiente se encontró empapado: con independentistas ni agua, y si el PP tiene votos ocultos de nacionalistas no me arrejunto con él. Es como si a Ciudadanos le produjese sarampión dar los buenos días a quienes quieren romper España y al PSOE le hubiesen privado de su falso ritornelo de que el PP está aislado porque nadie le apoya y con nadie puede pactar.

Ciudadanos, más verde que una rama de olivo, no entiende que es más rentable votar sí y sumar sus 32 escaños a los 137 del PP, que abstenerse y correr el riesgo de forzar unas terceras elecciones consecutivas que volverían a mermar su grupo parlamentario. Porque si hay algo claro es que el PSOE no votará que sí a la investidura del líder del PP ni entrará en un Gobierno con él, entre otras cosas porque sería irresponsable dejar de jefe de la oposición a un partido antisistema como Unidos Podemos. Distinto es que unos cuantos socialistas se abstengan o no acudan a votar por imperativo de deber.

La cesión al PNV de un puesto en la mesa del Senado otorgaba una abstención a la investidura de Rajoy, y la concesión de grupo parlamentario a CDC, aunque no haya obtenido los votos necesarios en cada circunscripción pero sí los escaños, cerraban el círculo para que los síes superasen a los noes, y no suponía entregar la soberanía de los españoles a los perversos independentistas. Pero se ve que algunos quieren seguir mareando la perdiz y jugando a nueva consulta, por mucho que le digan hoy al rey que son buenos chicos y van a facilitar la gobernabilidad de España.

Con la aritmética de las mesas de estas Cortes a la italiana sin italianos (Felipe González) se cumplía además la premisa socialista: que el PP busque los apoyos en sus afines y luego el PSOE hará lo que tenga que hacer para capitanear una «oposición dura, útil y constructiva». Se ve que Sánchez tiene celos y no le importa torpedear la formación del Gobierno estable que necesita España. El nombramiento de Ana Pastor como presidenta del Congreso ha sido el primer logro de Rajoy y el segundo tiene que ser su investidura, por muy difícil que se lo pongan. A partir de aquí y como ha señalado Pastor, la legislatura «será prospera y fructífera en el impulso de las reformas que nuestro país necesita para seguir avanzando como nación en este proyecto común que es España» porque «no debemos olvidar que el debate político y, por tanto, la confrontación de argumentos están en la naturaleza del Parlamento, pero estos no deben ser el fin, sino el medio; el medio para construir el país que los españoles desean y necesitan». Palabras acertadas que deberían ser lectura de cabecera de Sánchez y Rivera.